Wanda Bennasar
Qué hacer, después de gritarle a tus hijos
Si hablamos con honestidad, TODOS LOS PADRES NOS EQUIVOCAMOS y esperar perfección no es realista... hablemos de qué hacer cuando fallamos.
Si tú eres el tipo de papá o mamá que está tratando de criar de una forma respetuosa, con otro estilo diferente al que usaron contigo para proveer bienestar emocional a tus hijos, está perfecto!
Pero parte de ese cambio de “chip” requiere que seas BUENO CONTIGO y entiendas que no siempre saldrá al 100% y que todos (incluso los que “sabemos” de esto, nos equivocamos).
Si puedes ajustar esas expectativas no te sentirás con tanta culpa frente a un error y acá te explico qué hacer para reparar.
Si tus “errores” son muy seguidos, puede ser que tus hijos estén activando tus dolores de infancia (esas heridas sin sanar), en este Video te explico más
Hoy en 10 minutos o menos aprenderás:
¿Por qué nos equivocamos?
3 Pasos: si ya metiste la pata!
¿Por qué nos equivocamos?
Seguro desde que tienes a tus hijos (o antes) has estado involucrado en temas de crianza, colecho, lactancia, parto, alimentación, etc…. y ya debes ser una enciclopedia de información; pero aún así te equivocas y dirás ¿pero qué pasa?
Primero lo primero. Tener el conocimiento teórico no significa que será suficiente para poder criar como quieres.
Saber qué es lo que hay que hacer no es igual a poder hacerlo!
Te lo digo otra vez, “Saber qué es lo que hay que hacer no es igual a poder hacerlo”
Si no, jamás comerías azúcar porque sabes que es mala para el cuerpo y serías la persona más relajada del planeta porque sabes que el estrés enferma… saber la teoría no significa que la puedas aplicar.
PERO QUE NO PANDA EL CÚNICO! Miremos que pasa..
Existen algunos elementos que intervienen en el hacer, en la ejecución de eso que estudiaste:
Mi mundo emocional: si yo sé manejar mis emociones y las puedo mantener bajo control voy a poder estar en calma y hacer lo que sé y voy a modelar cómo manejar mis emociones. Ejemplo: si tu hijo le pegó al hermano y tú estás tan desregulado/a que gritas o pegas y le dices “no se pega”… OBVIO TU HIJO NO ENTENDIÓ NADA y copiará lo que tú hiciste = gritar o pegar! (Recuerda: el ser humano aprende por modelado) Si esto aún es difícil para ti te regalo el E-BOOK Manejo de Emociones para Adultos para que comiences a practicar en casa.
Equipo parental: los padres DEBEN estar en la misma página en crianza. Si esto no pasa hay choques y desautorización frente al niño/a y hace que las estrategias aprendidas no funcionen. Ejemplo: Tú le dices a tu hijo si no terminas de comer no vamos al parque y tu esposo dice “ay pero pobrecito si quiere ir a montar bici, yo lo llevo”… ahí murió tu estrategia!… Tu hijo se va aliar con su papá para lograr lo que quiere (ir al parque ya, sin comer) y tu idea de que aprenda rutina se va por la ventana. Y ni hablar lo que pasará después de que esté cansada de venir del parque sin comida en la panza.. y se forme la del comercial de snickers.

3. Falta de estructura: en casa la estructura es el REY.
¿Qué involucra la estructura?
Que hayan horarios para levantarse, acostarse, bañarse, comer, jugar, hacer tareas, etc.
Que hayan rutinas (un orden para hacer las cosas): cena, luego baño, luego pijama, luego lavarse los dientes, luego leer un libro, luego a dormir.
Que lo que ocurra en casa sea predecible para los niños: los padres en casa a tal hora, las salidas en tales días, las comidas afuera en tales días.
Que los niños tengan a sus padres (o cuidadores) con una guía para ayudarlos a regular sus propias emociones y luego existan consecuencias lógicas (y no inventadas). Aquí te explico las consecuencias lógicas si no las conoces.
Cuando esos 3 elementos no son sólidos NOS EQUIVOCAMOS con más frecuencia.
¿Por qué? Porque perdemos la paciencia, estamos más cansados, tenemos problemas de comunicación… es decir no lideramos el barco… sino que el barco anda solo!
La familia necesita figuras de liderazgo (los padres o cuidadores) y cuanto más rápido estructures a tu familia, más asegurado estará lo que quieres lograr.
Ya metí la pata…
Ahora ya sabes cómo evitar muchas metidas de pata, pero digamos que en una oportunidad tu regulación emoción se fue por la borda y perdiste el control y quedaste gritándole a tu hijo.
Paso 1: Cálmate
Una vez que te das cuenta que estás desbordado, sin dejar a tu hijo de lado, vas a respirar de forma lenta y pausada (abre los hombros), cierra tus ojos hasta que te sientas más en calma.
Si tu hijo/a pregunta que haces dile que estás tratando de calmarte que te dé un momento… (ahí estarás modelando).

Paso 2: Explica qué te paso
Una vez que estés en calma le contarás a tu hijo que te pasó, ¿qué detonó que te desregularas? (importante NO le tires la culpa, porque él/ella no es culpable de que tu perdieras el control de tus emociones).
Ejemplo: Hijo, estaba respirando para calmarme porque hoy tuve un día muy enredado en la oficina y estuve corriendo tratando de hacer todo rápido y cuando vi la comida en el piso me sentí muy abrumada y me enojé.
Paso 3: Pide perdón
A continuación vas a pedir perdón POR TU REACCIÓN (esto no le quita responsabilidad a tu hijo por sus acciones, no pierde la consecuencia NI TE HACE VER DÉBIL…).
Te hace ver como un adulto que ASUME su responsabilidad por sus emociones, que entiende que no puede maltratar a otro y REPARA lo que hace mal (nuevamente modelas esta conducta).
Ejemplo: Te quiero pedir perdón porque no te debí haber gritado por ver la comida en el piso, hoy no tuve un buen día y me costó mantener la calma. Te pido por favor que vayas a buscar un recogedor y limpies el piso (esta es la consecuencia lógica de que ensució algo, limpiarlo).
Wanda Bennasar, Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta Sistémica / EMDR - Trauma
Contacto: www.wandabennasar.com / +507 6679-2006 (Panamá)
Youtube: Psicología para Todos